Tu ausencia.

En la mañana desperté buscando tu mirada, y no la encontré.

Quería abrazarte y abrase al vacío.

Quería besarte y bese a la nada.

Quería sentirte a mi lado y solo sentí el dolor de tu ausencia.

Te extraño, te necesito, y aún sigo soñando con despertar una mañana y que estés junto a mi.

Tu ausencia me mata, pero más mi maldita soledad en esta primavera. 

El Juego.

A veces tememos tanto de algo, que nos terminamos convirtiendo en ese algo.

A veces tememos a sufrir, ser lastimados, y terminamos siendo agresores de corazones.

Tememos tanto a que jueguen con nosotros, y la larga somos un jugador mas de éste juego.

Las apuestas comenzaron.

Apostamos emociones, a cambio de mentiras.

Apostamos querer, a cambio de placer.

Apostamos ilusiones, a cambio de desilusiones.

Apostamos sueños, a cambio de que nos corten las alas.

Apostamos alegria, a cambio de dolor

Apostamos confianza, a cambio de traición.

Apostamos compañía, a cambio de rechazo.

Apostamos esperanza, a cambio de olvido.

Apostamos tiempo, a cambio del atormento de recuerdos.

Apostamos todo, a cambio de nada.

Y todo en la mesa quedó.

Empezando poco a poco, las cartas se tiraron, la partida comenzó.

Esta vez no me toco una buena mano, no tengo nada para armar.

Perdí nuevamente, como de costumbre.

En este juego, hoy ya no voy a apostar más. 

En este juego, siempre hay un perdedor.