Nada en especial.

El tiempo avanza, la natura se transforma y nosotros desaparecemos.

Estaremos en la memoria de algunos, pero ¿Por cuánto tiempo? 

Cuando ya no quede más de aquellos que un día nos conocieron,

solo seremos la nada, esa nada que todos ignoramos.

La nada que quiero olvidar, la cuál algún día fui, 

esa nada que algún día seré y la nada que hoy soy.

Esa nada insignificante que hace la diferencia de todo lo que cambia, 

lo que transforma, de las metas, los sueños, 

de la gente que va, la gente que viene, la gente que siente y la gente que muere.

Esa nada que tu eres hoy para mi.

Tu Recuerdo.

Recordar es volver a sentir, es volver a vivir.

Aveces la vida te juega feo, y hoy es su ausencia, el por las noches la vuelve a sentir.

Vuelve a vivir sus días más felices.

Felices junto a élla.

Te quiero.

Salir en busca de una nueva puerta, que me conduzca a un mejor camino.

Y saldré sin más ni menos, una nueva opción hallaré, una alternativa que cambie mi situación.

Y desaparecerme por semanas de los demás, dejar por un momento de lado todo eso que quiero y no puedo tener.

Un tiempo para mi, no es de egoísta, sino que necesito enfrentar y vérmelas a solas con la soledad, la que hace rato me viene siguiendo y no se quiere ir. Vérmelas con los ingenuos sentimientos que tengo, calmar ese grito interno de desesperación, para que no se vuelva una estúpida obsesión.

Ésta vez aprenderé a callar, no se que sea más trágico, guardarme lo que siento, o decirlo sabiendo cual es la respuesta.

Me dijeron “La Esperanza es lo último que se pierde”, pero ésta vez prefiero perderla.

Ya no voy a salir en tu búsqueda, te encontraré muchas veces, pero nunca te volveré a tener.

Será difícil entenderlo, pero tendré que dejar de fantasear, y aceptar la cruel realidad.

Me hace mal, y ya no quiero más. 

Ya no quiero, pensarte más.

Ya no quiero, que tu recuerdo me quite el sueño.

Ya no quiero, añorar nuestro pasado. 

Ya no quiero, construir en mis delirios un futuro juntos.

Ya no quiero, quererte como te quiero.

¿Por qué no me basta solo amistad? 

¿Por qué te quiero?

Llegó la primavera.

Llegó la primavera, y me canse de todo, de la vida misma, aburrida y monótona.

Ya me canse de las formalidades, de todo lo serio y todo lo que me hace mal.

Hoy quiero jugar a ser niños de nuevo, a pelearnos por ese caramelo, a querer demostrarte que mis muñecas son mejor que tus autitos, donde el tiempo era eterno, donde no había una vida acelerada. 

Hoy quiero jugar a que ya no te quiero, que ya te olvide, pero, al rato te salgo a buscar, porque te extraño, te necesito, te quiero.

Hoy quiero jugar que todo no ha terminado, que tengo una chance más, que no soy la única que quiere, sino tú a mi también.

Hoy quiero jugar que mi mundo Sí existe y ambos podemos volar, que ya no hay ley de la gravedad, y en el viento vamos a flotar.

Hoy quiero jugar que en el tiempo puedo viajar y nuestro futuro poder cambiar, a teletransportarme en un santiamén y a tu lado estar.

Hoy quiero jugar a ser grande y fuerte, a querer crecer, ponerme el vestido de mamá y los zapatos de papá, que la vida no me asusta, y que con todo yo puedo.

Hoy quiero, muchas cosas quiero, pero más quiero que tú quieras jugar conmigo.

Me queda tan solo una vida para éste juego, y no la voy a desperdiciar.

Mi juego es simple, sencillo, de pocas reglas, jugar por un momento que nos queremos, y que nada más importa.

¿Hoy,  jugamos?

El Tiempo.

Yo no entiendo las cuestiones del tiempo,

pero, solo sé que no soy la de antes,

ni soy la misma que ayer,

tampoco seré la misma que mañana, ni la de hoy.

Ya no sueño con príncipes y princesas,

ya no bailo disfrutando la vida,

ya no rió ni lloro como antes,

ya no te creo todo los que me decis,

ya no creo en eso de "nada es imposible",

ya no deseo encontrarte,

ya no soy la que conociste, y la que viste ayer,

ya no soy aquella niña que a la vida se le reía.

Pero aún le tengo miedo al futuro, me atemoriza pensar en eso,

aún sigo con esperanza de éste sentimiento,

aún te quiero, pero mañana, no sé.

No sé que será de mi, de ti, de el, de nos. 

Solo sé que aunque ya no seamos los mismos, conservamos la esencia de lo que alguna vez fuimos.